Pregunta:
¿la belleza vende? ¿Es un buen negocio?
Por lo menos ya nos hemos dado cuenta que en la
publicidad, lo que se muestra en los medios de difusión está muy relacionado
con ella, pues se busca que lo atractivo y bello llame la atención, ya sea por
agrado del consumidor o como un tema aspiracional. (La Rubia Superior no
ofrecía una cerveza).
Y en el caso
de las marcas dedicadas a la belleza y al cuidado personal, ¿Cuál es su
situación actual?
De acuerdo a un artículo de Karina Hernández de El
Economista, y basada en un estudio de Euromonitor Internacional, se prevé que
la industria de belleza y cuidado personal crecerá en México hasta en un 11%
considerando el periodo del 2014 pasado al 2019, y podría alcanzar un valor de
153,516 millones de pesos.
Esto nos dice que hay buen negocio y esto se
refleja de la misma manera a nivel internacional, considerando que no solo va
al mercado de las mujeres, sino también al de los hombres, en aumento cada vez
más, ya que el uso de cremas para imperfecciones, humectantes para la piel,
maquillaje y acondicionadores no es para uso exclusivo de un solo género.
Tomando como ejemplo una marca, en este caso
Shiseido en Japón, piensan rebasar los 3,000 millones de euros en los primeros
seis meses del ejercicio en curso. Se han expandido y han tenido éxito en ello.
Una muestra del impacto que están obteniendo se
refleja en un video que en la lista de los más vistos ya se encuentra en el
lugar 10, con un total de más de 3 millones 300 mil reproducciones hasta ahora,
y que refleja el “poder” del maquillaje en una persona.
Pero los mismos productos de cuidado personal
quieren comunicar que la belleza no está nada más en el exterior, sino también
en el interior. Un buen ejemplo de esto es Dove, con su campaña “Choose
Baeutiful”, donde se invita a las mujeres a tomar una opción, entre ser
“Average” (común) o “Beautiful” (bonita) y aceptarse como bellas, por ellas
mismas, por lo que son.
Y Revlon hace su propia versión para comunicar el
poder del maquillaje, mezclándolo con el efecto que tiene con su pareja y sobre
todo a nivel personal, basado en un estudio antropológico hecho en la
Universidad Fordham, que demuestra que una rutina diaria de belleza basada en
“maquillaje, fragancia, chocolate y un espejo” puede ayudar a mejorar sus
relaciones personales.
Se demuestra el poder que tiene el tomarse un
momento para amarse a uno mismo primero, para adquirir confianza y relacionarse
mejor consigo mismo, no de manera ordinaria, sino de una manera especial,
logrando ser más abierto para el amor que se tiene alrededor, tanto el que se
da, como el que se recibe. En este caso, el maquillaje “interno y externo”
ayuda para resaltar la belleza.
El negocio de la belleza y el cuidado personal
seguirá avanzando de la misma manera, buscando satisfacer las necesidades de
sus usuarios. La diferencia estará en las formas de comunicar sus beneficios y
cómo estos productos buscan relacionarse con el público de una manera más
íntima. Ya vimos tres diferentes.
Y confirman que la belleza ya no solo está basada,
por lo menos en la publicidad, en reglas definidas, en el entendido que la
gente ya la está descubriendo donde antes la mercadotecnia no la había
encontrado: en el interior de cada uno.
“Everybody knows we live in a world
Where they give bad names to beautiful things
Everybody knows we live in a world
Where we don’t give beautiful things a second glance
Heaven only knows we live in a world
Where what we call beautiful is just something on sale
People laughing behind their hands
As the fragile and the sensitive are given no chance”
Por Arturo Mora.
Director de Publicidad y
Comunicación del CECC Pedregal.
Master en Producción
Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, egresado de la
Licenciatura en Publicidad del CECC Pedregal y Diplomado en Mercadotecnia por
la UIA.
Productor de campañas en
CONAGUA.